Soldadera 139, Domingo 20 de abril

¿Vamos al cine?

Una tarde apareció en la pantalla de mi celular un mensaje que me preguntaba: ¿vamos al cine? Su simplicidad me cautivó y lo guardé con la esperanza de que permaneciera hasta que la humanidad y sus tecnologías se extingan. Pero aunado a la rara admiración que sentí por esas breves letras en una pantalla verde, iba también la emoción que produce eso, “ir al cine”.
Si nos ponemos a revisar todos aquellas actividades que suelen incluirse en eso que suelen llamar “cultura del ocio”, el cine, a pesar de ser más veterano que la televisión, los videojuegos o el internet con todo y Messenger y myspace, sigue ocupando uno de los primeros lugares, y esto lo podemos constatar por ejemplo cada miércoles en la mayoría de las salas de cine de la república, la cantidad ingente de cinéfilos y ociosos que se reúne y se forma para ver la nueva creación hollywoodense que los mantendrá al borde del asiento mientras una palomita de maíz experimenta la saciedad de las mandíbulas. Menciono tal día porque se ha convertido en el tradicional, en el que con el precio de un boleto entran dos personas, o bien es más barato. Y se selecciona el miércoles porque a veces el obstáculo primordial para asistir a la sala, son los altos precios de la entrada y de las imprescindibles golosinas. Ya lo dice esa frasecita: la violencia en el cine empieza por el atraco en la taquilla. Es por eso que algunos esperamos hasta la quincena para realizar este ritual, porque ir los miércoles también tiene sus desventajas: no hay estacionamiento, las salas están repletas, y tienes que soportar los lamentos de una que otra adolescente porque Gael no se ve tan guapo como Che Guevara.
Sin embargo la fiesta comienza desde ¿vamos al cine? Estas tres palabras cambian un día o el resto de los mismos. Es la alternativa perfecta para desasirse de la rutina, del tedio del trabajo. Es el lugar idóneo para liberar la tensión y soñar con una realidad distinta asomándose a través de la ventana mágica que suele ser esta fábrica de sueños.
La emoción comienza con la búsqueda intensa de una buena película en cartelera, el leer las sinopsis y comentarla a la o a las personas con las que vas; buscar el horario perfecto para que no interfiera con las clases nocturnas de inglés, y finalmente formarse en taquilla para adquirir ese pasaje hacia la evasión.
Ir al cine implica trabajar en buen equipo, “tu compras los boletos y yo me formo para las palomitas”, te permite socializar, y platicar con las personas que se encuentran formadas adelante o atras de ti sin que los conozcas y a los que conoces antes que saludarse las primeras palabras son ¿a cuál vas entrar? Y se sentirá superior y más cinéfilo aquel que diga primero “ah ya la vi”, y con dotes del más alto crítico cinematográfico te dirán que es buena con un “ta chida”, que es regular con un “mmm” y que es mala con un “nel”. Sin embargo poco importará en el momento la evaluación de los que ya la vieron, se tiene el boleto en la mano y la boca hecha agua por las palomitas de caramelo.
Estar sumergido en la penumbra de una sala de cine resulta catártico, la película puede producir varias sensaciones y hacer explorar varios sentimientos a la vez. No se olvide cómo aquellos primeros espectadores se caían de las sillas o salían corriendo de la sala porque un tren los iba a arrollar. De repente se escuchan llantos y la iluminación que proyecta la pantalla permite ver con nitidez quién es aquel o aquella que tiene empapados los ojos. El enojo también aparece cuando la peli es muy buena o bastante mala. Cuando es buena, irrita que el personaje no haga lo que deseas, y cuando es mala, por eso, porque es mala, y maldices haber sangrado tu bolsillo y haber dejado de hacer otras cosas por ver algo inservible que pronto saldrá de la memoria y que a la vez pronto saldrá en el videoclub más cercano a la venta con un precio menor que el del boleto.
Aunque quizá no haya algo que moleste tanto como es la persona que se sienta a tu lado, o bien atrás, que se considera fan de la película, del director o de un histrión y que por milésima vez va a verla en compañía de la persona a la que quiere impresionar y se la platica, ¡ira fíjate ahí! O aquél que le gusta masticar con la boca abierta y al más alto decibel las palomitas o los nachos, o bien esos que no apagan el celular y dicen en voz baja “toy en el cine” pero aún así no dejan de hablar. Y es más el malestar si la película te interesa, si tienes meses esperándola y no quieres ni pestañear para no perder ningún detalle, ningún mensaje diegético o escuchar la banda sonora.
Aunque incomode, una función de cine no sabría a tal sin estas características, sin los que aplauden al final de una película, sin los que se ríen bastante feo, sin los que chiflan si la imagen muestra un desnudo, sin los que no ven la película por estar besando a la persona de al lado, sin la típica ida al baño cuando el film finalizó, sin todo ese olor a palomitas con mantequilla y la noche cubriendo la ciudad.
Como cinéfilo y cliente quincenal a las salas de los multis, disfruto eso, me emociona saber que voy ir al cine y enfrentarme a algo extraordinario. Hasta el momento he hablado de ese sentir cuando se esta acompañado, sin embargo hace algún tiempo recibí una regaño por nunca haber ido solo al ver una película. Desde pequeño le he temido a la soledad, ir al cine así se me figuraba que mi soledad se acentuaba, pero se experimenta una cosa diferente, pasas desapercibido, y sonríes ante la incredulidad de que las golosinas sean solo para ti. Afuera puede estar mundo explotando en confeti, una lluvia torrencial puede estar bañando el asfalto que pisas de regreso a casa, la potencia del aire podrá estar tumbando un espectacular que anuncia ropa interior, pero nada importará porque estas ahí, solo, disfrutando de las maravillas del mundo del celuloide, del séptimo arte, y entonces se piensa y se concuerda con aquello que dijo una vez Séverin Mars que decía “A qué arte le fue conferido soñar de una manera que resulta más poética mientras más realista”. Aunque cuando termina la función deseas compartir un comentario con alguien o al menos tener al lado a una persona que abrazar mientras te diga que el cine es su único vicio.
“El cine y la vida van de la mano” ¿Vamos al cine?


Ales

…mañana irá al cine…




Soldadera 139

Sube el pan y la cultura baja
I.
Desde su creación en 1987 el Festival Cultural de Zacatecas vivió nuevamente una de sus transformaciones decisivas.
En su decimosegunda edición, y como medida urgente para crear las condiciones de una derrama económica mayor que saque al estado del atraso en el ámbito industrial, ganadero y agrícola, las autoridades involucradas comenzaron las gestiones para incrementar a dos la tan conocida Semana Cultural.
No será necesario abundar que los distintos festivales que ofrece nuestra querida ciudad fueron creados con la intención de darle vida a una entidad que ha quedado rezagada en los sectores productivos. El Festival 2008 confirma nuestras ligeras sospechas.
Desde las primeras noticias sobre una posible ampliación de este evento a dos semanas, las voces comunes y corrientes se dejaron escuchar, en su mayoría para destacar que, entre las ventajas, se presentaba la oportunidad de disfrutar sin prisas las distintas actividades culturales programadas. No pasaría lo que en otras ediciones cuando en un mismo día y en el mismo horario se presentaban actividades igualmente atractivas, con lo que obviamente los asistentes debían elegir una.
Parecía indicar que la efervescencia que envolvía la semana más esperada del año para los zacatecanos tenía la oportunidad de dosificarse.
Sin embargo pronto las declaraciones de los funcionarios de la administración estatal añadieron a esa deducción inocente la certeza de que el incremento a diecisiete días y la programación de los eventos más fuertes durante la Semana de Pascua prácticamente obligarían a los turistas a extender su permanencia en la capital estatal.
Con este cometido, el programa del Festival Cultural 2008 pretendió dar espacio para el disfrute a los más variados gustos. La presencia de personalidades como Cesaria Evora, Riders of the Storm (The Doors), Gloria Gaynor y la increíble asistencia de Bob Dylan germinaron la expectativa de un festival fuera de serie.
Nuevamente las voces se dejaron escuchar en torno a la proyección mundial generada por la visita de uno de los iconos del rock fuera las ciudades apabullantes como Monterrey, Guadalajara o la capital del país.
Por la modesta cantidad de cinco millones de pesos Bob Dylan dejaría su nicho para poner sus pies en la provincia mexicana.
II.
Desde el inicio del Festival las transformaciones fueron evidentes con la presentación del grupo mexicano Zoé un jueves en Plaza de Armas, reservando la inauguración oficial para el tradicional sábado.
Durante la Semana Santa las actividades transcurrieron con relativa normalidad ante la creciente expectativa y asistencia de mexicanos provenientes del centro y las entidades cercanas al estado.
La llegada de la segunda semana dio inicio con la cancelación del concierto de la denominada Diva descalza debido a cuestiones de salud. Sin embargo el panorama del Festival cambió radicalmente con el anuncio de una nueva cancelación: los integrantes del legendario grupo The Doors suspendían sus conciertos en nuestro país por incumplimiento de contrato. Pronto se manejó la posible presentación del Kansas hasta que finalmente se suspendió el concierto de ese día.
Orta vez los rumores hicieron acto de presencia temiendo que el Festival no pudiera cumplir con las promesas realizadas a una nación entera. El temor de una nueva cancelación, pero ahora del concierto de Dylan, se dejó sentir.
Las expectativas sobre la presentación del estadounidense no fueron cumplidas 100 por ciento. La asistencia de mexicanos de todo el país no fue apabullante; contrario a lo ocurrido en otras noches, los zacatecanos no abarrotaron las calles aledañas a Plaza de Armas, y el concierto fue realmente insípido
Las “medidas de seguridad” y la excentricidad del cantante generaron en gran parte de los habitantes una predisposición que esfumó cualquier curiosidad por acercarse al escenario a descubrir quién rayos era Bob Dylan.
III.
En los últimos días de la gran fiesta zacatecana un ligero halo de cansancio se apoderó de la ciudad. A no ser por los adolescentes, quienes disfrutaron los conciertos de grupos de pop mexicano, la mayoría se cansó de tanta fiesta, aunque pocos se atrevieron a aceptarlo.
En realidad no fue una dosificación de eventos, pues durante la segunda semana las actividades realmente culturales ya habían concluido, y las calles dejaron de ser un paseo culinariamente delicioso cuando los dulceros típicos fueron obligados a vaciarlas.
Reconociendo los esfuerzos por figurar en el ámbito nacional e internacional, la programación original del Festival creó enormes expectativas que se fueron diluyendo con las cancelaciones y la presentación infame de un ex-luchador social que no se dignó en momento alguno a dirigirse al público.
Las pretensiones mezquinas de absorber más dinero de los turistas aparentemente fueron satisfechas en beneficio de unos cuantos prestadores de servicios. Pero los zacatecanos comunes y corrientes fuimos presa de un desencanto general.
La tan angelical Semana Cultural muta lentamente a otra feria nacional. El elitismo de los eventos de calidad y la proliferación de conciertos de asistencia social han dado el primer golpe a los amantes de un tiempo y espacio zacatecanos que, a pesar de las intenciones de lucro, alguna vez pretendió erigirse como un verdadero cultivo de las artes y la expresión cultural auténtica.

Arazú Tinajero









Soldadera 139

MY MORNING JACKET


En una ocasión de camino a mi casa escuché por primera vez la canción ‘No more sweet music’ de Hooverphonic mientras en el cielo se suspendían como avispas cuatro helicópteros haciendo la perfecta coreografía del momento pero desde entonces no puedo concebir esa canción sin considerar que le faltan helicópteros o simplemente prefiero no escucharla.
Algo parecido me sucede con My Morning Jacket, prefiero no escucharlos si no hay de por medio un dejo de nostalgia, lluvia o ese coagulo de emociones que se aglutinan entre pies y cabeza cada nueve meses. Originarios de Louisville, Kentucky, desde 1998 My Morning Jacket ha sido una de las bandas con mayor calidez en su sonido, con una estructura musical compleja pero ante todo genial.
Quizá lo que puede definir mejor lo que esta banda hace es la imagen que nos sugiere su nombre: ‘mi chaqueta de la mañana’ es su traducción literal, que según cuentan la anécdota esa chaqueta existió y fue encontrada por el cantautor de la banda, Jim James, mientras rebuscaba entre los restos de su bar favorito, mismo que había sufrido un incendio. El abrigo tenía las letras MMJ bordadas. La imagen de una chaqueta al despertar es acogedora, casi comparada con el abrazo after-all o el beso del ‘buendíaamor’.
El 4 de octubre del 2005 me encontraba inmersa en una serie acontecimientos de lo más bizarros, mientras esta banda norteamericana sacaba a la venta su famoso álbum “Z”. Tres años después, sin restos bizarros encima, escucho el mencionado disco girar al ritmo del ojo de láser que da vueltas como licuadora despedazando los reflejos cromáticos de ese círculo plano.
Stella siempre es un respiro, casi un desahogo de cualquier enfermedad silenciosa, y es que hay momentos que no se curan ni con chocolate, sin embargo Stella siempre deja su velo de diamantina como un beso de diamantina cerca del oído externo, Stella es como una chaqueta en la mañana: tibia y segura. De My Morning Jacket sólo puedo concluir que después de escuchar canciones como ‘Dondonate’, ‘It beats for you’ y ‘Knot comes loose’ no puedo prescindir de sentirme endorfinada.


Citlaly Aguilar Sánchez

Soldadera 139

Miércoles: febrero 20
Asistí al curso de la maestría [Las manifestaciones de la cultura impresa]. Es la segunda sesión y llegué tarde. Berenice no mintió sobre el profesor Flores Zavala: estar ante él es aterrador. Mira directo al rostro de cada asistente cuando habla, pero no al escuchar. Ahí ve a los otros oyentes, no al hablante. Pregunta usando las frases “imaginen, les propongo un ejercicio de imaginación, proyecten la posibilidad…” Escribe en la pizarra las palabras clave con rojo o azul; los enunciados con negro. Para enfatizar subraya los conceptos con tinta verde. Al concluir la clase me entrevisté con él. Aprobó el proyecto de trabajo semestral: reconstruir la biblioteca de un lector común del siglo XIX –estoy entre Castrillón y De la Parra-.
Para no variar fui al restaurante del bulevar: cuatro tazas de café americano, dos cigarros y un pastel frío. Revisé el catálogo de la librería Bonilla (lo recibí por correo postal. El sobre traía estampillas. ¡Todavía existen estos objetos decimonónicos!)

Domingo: marzo dos.
Hoy regresamos de la ciudad de México. El viaje me cansó. Allá compré varios libros de historia y uno de literatura comparada. Conseguí gratis revistas de la UPN –traen ensayos sobre cómo analizar las experiencias de la lectura y de la enseñanza de la escritura-. También merqué un ejemplar de la revista de la Universidad Veracruzana. La directora es Celia del Palacio. En este número viene una conferencia de Aguilar Camín [“El liberalismo mexicano hoy”]. Conservaré la publicación por el texto de Camín, y más por ser una contemporánea de dosfilos.
Me provocó el contenido de la editorial. Escribe Celia: “¿Qué debe ser una revista universitaria de divulgación? […] estuvimos de acuerdo en que no por ser una revista universitaria debía limitarse a tratar temas de interés para los universitarios; sin embargo, tampoco debía alienarse de su contexto […] hemos pensado en un soporte material, diría Chartier, agradable y atractivo para el lector contemporáneo [La revista] Debe atender los debates contemporáneos que trasciendan la división maniquea entre lo local, regional y global y, desde el ámbito de la universidad pública de provincia, aspirar a la universalidad…
Como siempre, en cada visita a ciudad capital, fui al Pink para cumplir el ritual correspondiente. Sin embargo, siendo la compañía foránea al lugar, el resultado fue nulo.

Lunes 3 de marzo
Al fin concluí la lectura de la revista nexos. La de aniversario [enero de 2008]. La información de los textos permiten “proyectar” (ya me estoy mimetizando con el profesor de historia) las lecturas que ha realizado una parte de la elite intelectual del país. Me detuve más en los textos de los directores del impreso, en Soledad Loaeza y Amparo Casar.

Miércoles 2 de abril
Tuve clases todo el día. Por las labores escolares he leído poco para mí –nada que facilite mi retiro. Eso sí, mantengo mis lecturas sabatinas de El País y Milenio-. Lo más amable es la redacción de una reseña sobre los libros publicados en Localia en 2007. El texto será para la revista de Jorge Vázquez. El objetivo es configurar la nómina de los escritores menores de treinta años –los que tienen obra y son realmente leídos fuera de Localia-.
Acompañé al profesor de historia a la cafetería del bulevar. Como él no fuma, yo debí abstenerme. Tomó un americano y agua con gas. Tomé lo mismo. Él pago con una tarjeta de debito. Aunque la reunión era para platicar sobre mi ensayo, me pidió que mirara el lugar. Dijo que ese espacio no era una simple “microesfera pública”, sino uno de los enclaves físicos del espacio público donde se relativizaban los temas locales y de índole privado. Que observando bien, “con atención”, podría inferirse el perfil cultural de los comensales a partir de sus comportamientos. Pero el objetivo no eran los individuos, sino lo que aportaba el lugar para el estudio de las sociabilidades contemporáneas: “es una síntesis histórica entre mercado y encrucijada… si bien no lo frecuentamos en forma cotidiana, lo hacemos varias veces por semana. De su lugar de emplazamiento dependen algunos de nuestros itinerarios. Incluso pasamos por el lugar antes de ir a nuestros apartamentos… Su sentido tiene vocación política, pues se convierte en un lugar de vida, de encuentro…”
Marco Flores


Soldadera 139

ZERO FEST: CATARATAS

Una mirada a un par de bandas que integran el nutrido cartel de este festival que visita nuestras tierras.

THE MARS VOLTA: CATARATAS SONORAS
Entre la estética retro y la búsqueda de nuevas fusiones, este dúo dinámico renacido de las cenizas de At The Drive-In, se ha constituido como una consistente alternativa en el circuito para aquellos que buscan sabores espesos y concentrados, capaces de saturar el paladar sin dejar resquicio para el silencio. Con cuerdas enrarecidas, metales provenientes del free jazz, enredados en tesituras latinas e internándose en una selva psicodélica salpicada de tupidos arbustos de hardcore, el puertorriqueño Omar Rodriguez-Lopez y Cedric Bixler-Zavala están instalados en la plena evolución del progresivo.
Cimentando su reputación en las frenéticas presentaciones en vivo, debutaron en el 2002 con el EP Tremulant, al que le seguiría De-Loused in the Comatorium (03) con una notoria influencia de Santana y que representaría su conmocionante primer largo: entre la pretensión y la experimentación, no dejaron a nadie en la indiferencia. Manteniendo el tono de pesadez aunque con energéticas vocalizaciones y dando espacio a largos solos de guitarra, grabaron Frances the Mute (05), muestra de que lo suyo parecía ir en serio.
Ya encarrerados y con algunos cambios en la alineación de músicos, presentaron el intrincado aunque bien cuidado Amputechture (06), que volvía a incluir la presencia de John Frusciante (Red Hot Chili Peppers) y en el que se advertía cierta tesitura española con pasajes atmosféricos; para no perder ritmo, continuaron con The Bedlam in Goliat (07), su más reciente producción, en donde parece privar un incansable rock duro vestido de cierto ocultismo. Por su parte, Omar Rodríguez-Lopez compuso la música para la fallida El búfalo de la noche y ha desarrollado una trayectoria solista de tres álbumes.

MY MORNING JACKET: CATARATAS EMOTIVAS
Recuperando la tradición del country y del pop americano con tintes independentistas, este en inicio cuarteto de Kentucky con clara influencia de The Band y Neil Young –con todo y su clásico reverb- y lidereado por el vocalista Jim James con la permanente compañía del bajista Two Tone Tommy, se dio a conocer con el sorprendente The Tennessee Fire (99), apostando por armonías orgánicas y melodías rápidamente asequibles, sin caer en simplismos de moda. En At Dawn (01), su siguiente producción, se sumaron un par de músicos y se mantuvo intacta la vena creativa incluso en las letras.
La entrada a las grandes ligas discográficas estaba en puerta: It Still Moves (03), para muchos su mejor trabajo a la fecha, representó una sólida carta de presentación para un público más amplio, lo que parecía no afectar su consistente entramado compositivo y su notable capacidad para la evocación de paisajes reconfortantes no exentos de ciertos revulsivos. Después de esta obra, el guitarrista Johnny Quaid y el tecladista Danny Cash decidieron dejar el grupo.
Para Z (05), su siguiente disco, contaron con la integración de Bo Koster y Carl Broemel y así volver a configurarse como quinteto: si bien se podrían identificar algunos cambios en las estructuras musicales, el denominador básico se mantiene, entre la intensidad con momentos de languidez y la atención melódica. Okonokos (06) funcionó como testimonio del talento del grupo en vivo, integrado básicamente por piezas de sus dos álbumes anteriores. Un nuevo disco se encuentra a punto de salir al mercado, quizá forme parte de su presentación en México.

Fernando Cuevas
Nos escuchamos después.
Comentarios: cuecaz@prodigy.net.mx

Soldadera 138, Domingo 13 de abril

TINTA SECA


¿Cómo no encontrar la Tinta Seca si se encuentra en un estado floreado y caliente como sólo el paisaje del Estado de Morelos puede presentar? En medio de la eterna primavera y ese calor de pétalos coloridos, olor a buenos recuerdos en tiempos de minifalda y tacones altos, aparece la revista Tinta Seca, en cuyo interior se alojan intensas combinaciones emocionales.
En un primer momento se va uno es busca de la prometida entrevista con Paul Auster quien habla sobre su colaboración en el cine y por supuesto que ahí van también marañas contrapuestas de sensibilidad al seguir con la imaginación el hilo transparente que conduce a obras de su autoría como ‘El palacio de la Luna’ y ‘Leviatán’.
Y puede ser que también a veces la tinta se seca con ese suspiro que inconscientemente se escapa cuando uno padece una sensación espinosa en la piel al leer un poema, como el de la página nueve titulado ‘Tú te preguntas’ de Silvester Clancier o al sacar un viejo recuerdo a flote como el de ‘Una tarde con Neruda en la Barcelona franquista’.
La tinta se seca cuando el aire le da encima, su liquidez va haciéndose espesa y de pronto es papel también en una fusión pocas veces lograda con tanta excelencia, sin embargo conserva sus propiedades líquidas: el brillo, el movimiento, la capacidad de mezclarse y colarse por cualquier cavidad o tomar la forma de quien la contenga.
Con ilustración en portada de María Girona, vemos esta revista con un vaso de vidrio que lleva en su interior hojas verdes y flores blancas con botones amarillos y fondo azul, vemos una publicación que nos invita a seguirla a través de ésta temporada de mariposas y hormonas alteradas; sin duda es irresistible.
En algunas épocas del año la naturaleza hace gala de sus indispensables formas cíclicas para mostrarnos los contrastes de la vida ¡qué mejor momento para leer la Tinta Seca mientras estamos floreciendo en la humedad ácida de cada noche a ventana abierta!



Citlaly Aguilar Sánchez

Soldadera 138

La noticia


Él abrió el sobre
Ella cerró los ojos,
Él se guardó las palabras
Ella dejó salir el miedo.
Él pasó una mano por su cabello
Ella sólo anudó la garganta

Pero él, no se guardó un abrazo
Y ella, dejó salir las lágrimas


Los dos maldijeron a la ciencia
Después, concluyeron en lo inevitable

Mejor era vivir los días
o los tres meses precisos.
era morir de amor,
después de cada comida
que las pastillas de la receta.
era preferible caminar sin rumbo
que conocer el fin del trayecto.

Ella se preguntaba cómo será el más allá

Él no sabe cómo será la cama vacía.


Él sonríe con una lágrima que rueda en su pómulo
es un hombre que reta a dios,
ama, con amor más grande que la ciencia.

Ella, se despidió.



Speak slow gringuita,
dime las cosas más despacio
que quiero reflejarme
en tus ojos azules.
Lo necesito, para olvidar.

Speak slow please,
para que pasado el tiempo
pueda desidentificarte
pueda apartarte, desasociarte.

Speak slow darling,
porque no quiero pensar
en el TLC, en la 187
en el gobernator o en los taxes.

Speak slow swettie,
que no interrumpa nuestro idilio
la border patrol
ni el 9/11 ni las tropas en Iraq.

Speak slow, come on,
déjame bajarte las estrellas y las barras
demos un pasea en el parque
pero que no sea el Central Park,


vayamos a la libertad
pero a la verdadera no la de la estatua
robemos el fruto prohibido
pero que sea una naranja de California.

Please speak slow,
quitemos los tres candados a la puerta negra
derribemos el muro de la vergüenza.

Emmanuel Magallanes Ulloa

Soldadera 138

¡Cuidado Santo, esto puede ser una trampa!


¡Cuidado Santo, esto puede ser una trampa!... y de repente el golpe fue seco, certero, fulminante. La audiencia se vio inundada en un silencio absoluto. Eustaquio se paralizó de pronto, las palomitas se le cayeron al suelo rompiendo con su sonido el silencio espectral que reinaba en la sala.

Eustaquio nunca creyó que algún día llegaría a ver al Santo derrotado. Pero ahí estaba tirado en el suelo mientras por encima de su cuerpo comenzaban a aparecer las letras con los créditos de la película. Fue el último en salir de la sala. Con la esperanza todavía de que se volvieran a apagar las luces y en la pantalla una vez más el Santo se levantara para acabar con los vampiros. Pero los minutos pasaban y todo seguía igual. Pensó también que tal vez aquello habría sido un sueño, que digo un sueño, una pesadilla y de las peores.

Como aquella que recurrentemente tenía, en la que se veía a sí mismo corriendo por un pasillo interminable que de repente se abría y lo hacía caer en el vacío. Pero no, no estaba soñando, se lo hizo saber el velador quien le pidió de favor que desalojara la sala porque ya iban a cerrar.

Eustaquio caminó lento y pensativo a su casa. Tal vez si mañana regresó otra vez al cine el final será diferente. Se quedó sobre su cama pensando. Cuando no soñaba que corría sufría de insomnio.

El día siguiente lo pasó con sólo una idea en la mente: ir al cine y comprobar si aquello que había visto era totalmente cierto…

¡Cuidado Santo, esto puede ser una trampa!... y otra vez el golpe certero, seco, contundente.

De los ojos de Eustaquio brotaban sendas y tupidas lágrimas. No era posible, ahora sí lo había confirmado. Ya no esperó a que se prendieran las luces de la sala, salió con una tristeza terrible, con una soledad más grande que la que sentía los domingos encerrado en su cuarto esperando que dieran las siete para poder ir al cine.

Llegó a su casa desconsolado, arrancó de las paredes todas las imágenes del Santo, apagó para siempre la veladora que tenía encendida bajo la foto que algún día le autografiara el Enmascarado de Plata.

Se fue al baño y subido en un banco se quitó el cinturón y lo colgó en la regadera, con lentitud y precisión se ató la otra parte en el cuello. Estaba a punto de tirar el banco, cuando de pronto escuchó el grito de advertencia: ¡Cuidado Santo, esto puede ser una trampa!... Y el golpe certero, fulminante y secó de Eustaquio que cayó al suelo, retumbó en todas las paredes del cuarto.

Eustaquio se levantó adolorido, recogió los pedazos de cemento y tubería tirados en el suelo. Sacudiéndose la ropa se fue a acostar a la cama. Ya ahí, se quedó dormido pensando que es una ley que los héroes nunca mueren y que quizá el próximo mes se estrenaría: “El regreso del Santo”.
Pilar Alba











Soldadera 138

MARGOTT Y SHERRY: MUJERES AL BORDE

Coinciden un par de películas disponibles en los videoclubes de la ciudad, concebidas en el contexto de la estética del cine independiente estadounidense, aunque con actores y actrices reconocidas, que sustentan su propuesta en sendas actuaciones convincentes cortesía de Nicole Kidman y Maggie Gyllenhaal, quienes interpretan a una conflictiva escritora de cierto prestigio y a una expresidiaria que lucha contra su adicción a las drogas, respectivamente. Los nombres de estos dos personajes aparecen en los títulos de las cintas.
Ambas encuentran como eje de actuación el complejo rol de la maternidad, sobre todo dadas las circunstancias de estas mujeres que terminan por parecerse más de lo que se podría suponer de entrada. De infancia difícil, apenas sugerida por ciertos detalles en las dos historias, se reencuentran con sus hermanos, viven conflictos con las respectivas parejas de éstos y enfrentan tanto crisis de pareja buscando pedazos de afecto en los hombres que las rodean, como por momentos incomprensión de parte de sus hijos. Ya sea en los grupos de autoayuda y en la búsqueda de trabajo, o en los círculos pseudointelectuales, estas dos mujeres buscarán reconstruir sus tortuosas existencias.
Margott (Kidman) asiste con su hijo adolescente (Zane Pais) a la boda entre su hermana (Jennifer Jason Leigh) y su prometido (Jack Black), un escritor eventual de reseñas musicales, que se llevará a cabo en la casa donde vivieron con sus padres. Además de los conflictos con la pareja, aparecerán algunos hombres de manera intermitente, desde su calmado esposo (John Turturro) hasta algunos amores del pasado. A manera de complemento, se establece un contraste entre el mundo adulto y el de los más jóvenes.
Dirigida y escrita por Noah Baumbach, quien nos regaló la estupenda Historia de familia (The Squid and the Whale, 05) en la que ya se introducía en la complejidad de las relaciones cercanas en un ambiente de escritores, Margott en la boda (EU, 07) se inscribe en la tradición, según se ha señalado, de los dramas del cine francés, particularmente los de Eric Rohmer, integrando un cierto humor que provoca más bien risas nerviosas. Si bien por momentos se extrañan mayores antecedentes de los personajes, se consigue crear un intenso entramado relacional que puede desmoronarse en cualquier momento.
Por su parte, Sherry (Gyllenhaal) obtendrá su libertad condicional y buscará acercarse a su pequeña hija, cuidada por sus tíos, quienes la reciben con actitud ambivalente. Entre la presión de su custodio, la tentación de volver a las drogas, la batalla por encontrar una chamba utilizando cualquier medio y el refugio que le representa un compañero del grupo de autoayuda (Danny Trejo, en papel inusual), intentará reconstruir un camino marcado por el conflicto.
Dirigida por la debutante en ficción Laurie Collyer (documental Nyurorican Dream, 00), Sherrybaby (EU, 07) es un retrato directo de una mujer y sus circunstancias, que busca verosimilitud tanto en el desarrollo de los sucesos y de los personajes, como en la forma de plasmar visualmente las vicisitudes que parecen no terminar: ahí están las secuencias en las que se enfatiza el abandono de sí misma y de quienes la rodean, en contraste con ciertos destellos de toma de conciencia.
Un par de films, en síntesis, que buscan atender más a sus personajes que a los propios argumentos. En tono directo exento de artilugios visuales, se plasman los caminos que ambas mujeres parecieran optar, al menos de manera transitoria, para seguir en el tránsito del encuentro consigo mismas, más allá de las dependencias hacia las sustancias evasivas y hacia los afectos inestables de los demás.

Fernando Cuevas
Nos leemos después.
Comentarios: cuecaz@prodigy.net.mx

Soldadera 137, Domingo 6 de abril

GENERACIÓN

Tras una nube de azul olvido es tiempo de volver a la cotidianeidad de los días de clases, boulevard con tráfico, el ir y venir desde los lunes hasta los viernes como un elástico, estira y afloja, el dilema de la semana, la meta planteada, una maraña suele avecinarse y uno quiere cerrar la ventana pero el viento siempre encuentra por donde colarse.
De lejos parece que el tiempo es el mayor enemigo, sin embargo siempre hay grandes gladiadores que se empeñan en ganarle la batalla, entre ellos destacan los valientes guerreros de la revista Generación, revista originaria de Guadalajara y en cuyas páginas el tiempo se suspende sobre nuestras cabezas para soplarnos a la vista una gama de experiencias poco usuales en estas épocas.
Cuentos eróticos a lado de fotografías sugerentes, hermosas postales de cuerpos vivientes y también contrastes artificiales; ciudad, carne, sensaciones e indiferencia, todo se mezcla en ésta Generación, un caos se superpone e impera un reino salvajemente ecléctico, y no hay mejor manera de describirlo que con mis palabras más rimbombantes.
Descubrimos a Jack Kerouac en la colonia Roma, sabadeando al estilo beat todavía tan de moda, y de la mano de Jacqueline Ducolomb llegamos a los momentos de mayor brillo en la vida de Alejandro Jodorowski y durante varias hojas seguimos andando sobre la Roma y sus avenidas llenas de arboles y glamour chilango, para ser más exactos el paseo dura de 1960 a 1985 con todo y banquetas y monumentos históricos.
Es tiempo de regresar a la rutina, de hacer de esta Generación algo presente, como lo es cuando la abrimos y nos adentramos en sus caminos intransitados, cuando olemos cada una de las sensaciones que se sugieren, cuando el tiempo se queda sentado a nuestro lado viendo pasar el roce de cada página de puntitas como no queriendo hacer ruido. Cada quien sabe de qué es tiempo, en cada Generación es diferente, en lo particular, opino que ya va siendo tiempo de pintar esas nubes de otro color, uno más femenino.


Citlaly Aguilar Sánchez

Soldadera 137

STRAWBERRY FIELDS…


Escucha Lucy in the sky with diamonds hay algo que te quiero decir con árboles de mandarinas y cielo de mermelada mientras rodamos en la cama esperando que termine el día, escucha el paisaje psicodélico en el que nos paseamos mientras escuchamos a The Beatles y los días se van pintando a su ritmo en una especie de rehabilitación…
The Beatles ¿quién no los ha escuchado y cuántos no aseguran que son la mejor banda del mundo? Y seguramente los escépticos se mantienen al margen; de vez en cuando escuchan una que otra de sus canciones y la tararean camino a algún lugar que no consiguen recordar, pero sé que asimismo habrá un momento en que sólo The Beatles estará en sus oídos marcando el fondo en algunas escenas de sus vidas, como ese indispensable ‘soundtrack’ personal del que nadie prescinde.
No hablaré de los presuntos dos momentos que se marcaron en la carrera del cuarteto de Liverpool con "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" en 1967, más bien diré que desde Twist and shout hasta Let it be hay un hermoso listón que enreda y atrapa, y si somos mariposas flotando en el aliento que emana cada sonido en la boca del universo, caemos en la red que tejen George Harrison, Ringo Starr, Paul Mccartney y John Lennon.
Déjame llevarte abajo pues voy hacia los campos de fresas, nada es real, aunque al menos algunos días se puede escapar hacia lugares insospechados con sólo cerrar los ojos y rediseñar la irrealidad muy al estilo art-déco, inmersos en la profundidad del cielo-océano, asomados en la ventana de un submarino amarillo.
La vida es demasiado corta para quejarse y pelear, mi amigo, todo lo que necesitas es amor, amor real, yo quiero tomar tu mano, no me dejes caer. The Beatles tiene la pronunciación precisa en la frase que resume cualquier filosofía sobre el amor o la paz y ambos conceptos a la vez unidos por maravillosa música; quizás no sea la mejor banda del mundo pero sí la que llega en los momentos menos esperados y se queda para siempre pegada en la lengua como paleta de cereza, dulce y roja; sí la mejor banda del club de corazones solitarios. Escucha a The Beatles.


Citlaly Aguilar Sánchez

Soldadera 137

LAS CRÓNICAS DE SPIDERWICK Y 10,000 A.C.
Un par de cintas sobre mundos pasados o paralelos, atravesadas por la fantasía y la aventura como punto de encuentro. Por una parte, Las crónicas de Spiderwick se inserta en esta aparentemente inagotable tendencia originada por El señor de los anillos y, por la otra, 10,000 A.C. está más cerca de convertirse en autoparodia tipo El cavernícola (Gottlieb, 81), que de formar parte de ese cine de matinée que mezcla con descaro épocas pasadas y grandes gestas entre imposibles y mágicas. Ya no digamos de La guerra del fuego (Annaud, 81).

LA CASA COMO REFUGIO (CASI) INFALIBLE
Basada en los libros de Tony Di Terlizzi y Holly Black, y dirigida por Mark Waters, Las crónicas de Spiderwick (EU, 07) es una funcional película familiar sobre una disfuncional familia que, dadas las circunstancias, empieza a enfrentar sus problemas de comunicación y a descubrir todo un mundo a su alrededor, oculto en la naturaleza que rodea a su nuevo hogar, una vieja casa que perteneció a un ancestro (el Spiderwick del título), quien descubrió un mundo maravilloso y siniestro a la vez, puntualmente detallado en un libro.
Sin demasiadas pretensiones, la historia fluye con dinamismo mezclando momentos de drama, alegría y acción bien aderezados con eficaces efectos visuales. Si bien las resoluciones de los conflictos pecan de cierto simplismo, se consigue el involucramiento del público, en especial del infantil, gracias a la presencia de diversas criaturas fantásticas, a los conflictos generados y tanto a la lograda interpretación de Freddie Highmore en doble papel, como al soporte de David Strathairn, Mary-Louise Parker y Nick Nolte como el ogro.
La capacidad para ver más allá de lo que se percibe en un principio, puede revelarnos mundos sorprendentes pero, sobre todo, afinidades con los seres cercanos de alguna manera distanciados por prejuicios o necedades: ahí está el reencuentro materno y paterno, respectivamente, justo cuando todo parecía haber llegado al final.

ROMANCE PREHISTÓRICO
Dirigida por el alemán Roland Emmerich, afincado en la vertiente hollywoodense de espectáculo premeditadamente hueco, triunfalista y cursi, 10,000 A.C. (EU-Nueva Zelanda, 08) inserta una historia de rescate y heroísmo en un contexto histórico inexistente, a pesar de que el título diga otra cosa. Emparentada con Apocalypto (Gibson, 06) por aquello de las tribus periféricas sobreviviendo frente a la metrópoli central, la cinta sólo se sostiene cuando aparecen los mamuts, los agresivos pajarracos y el tigre dientes de sable, que acaba por resultar muy agradecido (y demasiado digitalizado).
La odisea de los rescatistas, a pesar de esas tomas aéreas que pretenden emular las logradas en El Señor de los anillos, no alcanza ningún nivel dramático, ya no digamos el romance entre el galán de dentadura perfecta poco acostumbrado a la comida picante y la ojiazul de cutis impecable y nariz respingada: por momentos, en las secuencias de profunda seriedad, uno no sabe si reír, llorar o recurrir a las extintas palomitas, suplicando que acabe el sufrimiento de los pueblos sojuzgados y, de paso, el propio.
Las tribus negras son muy solidarias y el héroe es caucásico: ¿quiénes y cómo son los malos? ¿a quiénes remiten esos turbantes? Eso sí, que se busquen otro dios, porque uno que no es capaz de dar un paso lateral para que no lo atraviese una lanza aventada desde una enorme distancia, no es digno de tal responsabilidad, por más que la ignorancia se abra paso.

Fernando Cuevas
Nos leemos después.
Comentarios: cuecaz@prodigy.net.mx

Desire, 1975

OH, SISTER

Oh, sister, when I come to lie in your armsYou should not treat me like a stranger.Our Father would not like the way that you actAnd you must realize the danger.Oh, sister, am I not a brother to youAnd one deserving of affection?And is our purpose not the same on this earth,To love and follow his direction?We grew up togetherFrom the cradle to the graveWe died and were rebornAnd then mysteriously saved.Oh, sister, when I come to knock on your door,Don't turn away, you'll create sorrow.Time is an ocean but it ends at the shoreYou may not see me tomorrow.



OH, HERMANA

Oh, hermana, cuando vengo a recostarme en tus
/brazos,No deberías tratarme como a un extraño.A nuestro Padre podría no gustarle tu proceder,Y debes darte cuenta del peligro.

Oh, hermana, ¿no soy un hermano para ti,alguien que merece afecto?¿No es acaso nuestro propósito el mismo en la tierra,Amar y seguir su camino?

Crecimos juntos Desde la cuna hasta la tumbaMorimos, renacimos y fuimosSalvados misteriosamente.

Oh, hermana, cuando venga y llame a tu puerta,No me ignores, pues crearás sufrimiento,El tiempo es un océano, pero termina en la costaPodría ser que mañana no me vieras más.

Versión Javier Acosta

Planet Waves, 1974

FOREVER YOUNG


May God bless and keep you always,May your wishes all come true,May you always do for othersAnd let others do for you.May you build a ladder to the starsAnd climb on every rung,May you stay forever young,Forever young, forever young,May you stay forever young.May you grow up to be righteous,May you grow up to be true,May you always know the truthAnd see the lights surrounding you.May you always be courageous,Stand upright and be strong,May you stay forever young,Forever young, forever young,May you stay forever young.May your hands always be busy,May your feet always be swift,May you have a strong foundationWhen the winds of changes shift.May your heart always be joyful,May your song always be sung,May you stay forever young,Forever young, forever young,May you stay forever young.


JOVEN POR SIEMPRE


Que Dios te guarde y bendiga por siempre,Que todos tus deseos se cumplan,Que siempre veas por los otrosY dejes a los otros ver por ti.Que construyas una escalera a las estrellasY subas cada peldaño,Que te conserves joven por siempre.



Que crezcas para ser honesto,Y crezcas para ser auténtico,Que siempre conozcas la verdadY puedas ver la luz que te rodea.Que siempre seas valiente,Que seas fuerte y vertical,Que te conserves joven por siempre.



Que tus manos estén siempre ocupadasQue tus pies sean siempre livianosQue tengas fuertes cimientospara cuando soplen vientos de cambio.Que tu corazón sea siempre jubiloso,que tu canción sea siempre cantadaque te conserves joven por siempre.

Versión Javier Acosta

The freewheelin’ Bob Dylan (1963)

Girl of the north country

Well, if you're travelin' in the north country fair,Where the winds hit heavy on the borderline,Remember me to one who lives there.She once was a true love of mine.Well, if you go when the snowflakes storm,When the rivers freeze and summer ends,Please see if she's wearing a coat so warm,To keep her from the howlin' winds.Please see for me if her hair hangs long,If it rolls and flows all down her breast.Please see for me if her hair hangs long,That's the way I remember her best.I'm a-wonderin' if she remembers me at all.Many times I've often prayedIn the darkness of my night,In the brightness of my day.So if you're travelin' in the north country fair,Where the winds hit heavy on the borderline,Remember me to one who lives there.She once was a true love of mine.



Muchacha del país del norte

Bien, si viajas a la feria del país del norte,
Donde el viento golpea con fuerza la frontera,
Dale mis recuerdos a una que allá vive,
Esa que una vez fue mi verdadero amor.

Bien, si vas cuando diluvian los copos de nieve,
Cuando los ríos se congelan y el verano termina,
Fíjate por favor si lleva un cálido abrigo
que la proteja del aullido del viento.

Hazme el favor de ver si lleva el pelo largo,
Si se enreda y ondea sobre su pecho.
Hazme el favor de ver si lleva el pelo largo,
Así es como la recuerdo mejor.

Me pregunto si acaso me recuerda.
He rezado por ello a menudo
En la oscuridad de mi noche,
A la luz de mi día.

Así que si viajas a la feria del país del norte,
Donde el viento golpea con fuerza la frontera,
Dale mis recuerdos a una que vive ahí
que una vez fue mi verdadero amor.

Versión Javier Acosta