Soldadera 139

ZERO FEST: CATARATAS

Una mirada a un par de bandas que integran el nutrido cartel de este festival que visita nuestras tierras.

THE MARS VOLTA: CATARATAS SONORAS
Entre la estética retro y la búsqueda de nuevas fusiones, este dúo dinámico renacido de las cenizas de At The Drive-In, se ha constituido como una consistente alternativa en el circuito para aquellos que buscan sabores espesos y concentrados, capaces de saturar el paladar sin dejar resquicio para el silencio. Con cuerdas enrarecidas, metales provenientes del free jazz, enredados en tesituras latinas e internándose en una selva psicodélica salpicada de tupidos arbustos de hardcore, el puertorriqueño Omar Rodriguez-Lopez y Cedric Bixler-Zavala están instalados en la plena evolución del progresivo.
Cimentando su reputación en las frenéticas presentaciones en vivo, debutaron en el 2002 con el EP Tremulant, al que le seguiría De-Loused in the Comatorium (03) con una notoria influencia de Santana y que representaría su conmocionante primer largo: entre la pretensión y la experimentación, no dejaron a nadie en la indiferencia. Manteniendo el tono de pesadez aunque con energéticas vocalizaciones y dando espacio a largos solos de guitarra, grabaron Frances the Mute (05), muestra de que lo suyo parecía ir en serio.
Ya encarrerados y con algunos cambios en la alineación de músicos, presentaron el intrincado aunque bien cuidado Amputechture (06), que volvía a incluir la presencia de John Frusciante (Red Hot Chili Peppers) y en el que se advertía cierta tesitura española con pasajes atmosféricos; para no perder ritmo, continuaron con The Bedlam in Goliat (07), su más reciente producción, en donde parece privar un incansable rock duro vestido de cierto ocultismo. Por su parte, Omar Rodríguez-Lopez compuso la música para la fallida El búfalo de la noche y ha desarrollado una trayectoria solista de tres álbumes.

MY MORNING JACKET: CATARATAS EMOTIVAS
Recuperando la tradición del country y del pop americano con tintes independentistas, este en inicio cuarteto de Kentucky con clara influencia de The Band y Neil Young –con todo y su clásico reverb- y lidereado por el vocalista Jim James con la permanente compañía del bajista Two Tone Tommy, se dio a conocer con el sorprendente The Tennessee Fire (99), apostando por armonías orgánicas y melodías rápidamente asequibles, sin caer en simplismos de moda. En At Dawn (01), su siguiente producción, se sumaron un par de músicos y se mantuvo intacta la vena creativa incluso en las letras.
La entrada a las grandes ligas discográficas estaba en puerta: It Still Moves (03), para muchos su mejor trabajo a la fecha, representó una sólida carta de presentación para un público más amplio, lo que parecía no afectar su consistente entramado compositivo y su notable capacidad para la evocación de paisajes reconfortantes no exentos de ciertos revulsivos. Después de esta obra, el guitarrista Johnny Quaid y el tecladista Danny Cash decidieron dejar el grupo.
Para Z (05), su siguiente disco, contaron con la integración de Bo Koster y Carl Broemel y así volver a configurarse como quinteto: si bien se podrían identificar algunos cambios en las estructuras musicales, el denominador básico se mantiene, entre la intensidad con momentos de languidez y la atención melódica. Okonokos (06) funcionó como testimonio del talento del grupo en vivo, integrado básicamente por piezas de sus dos álbumes anteriores. Un nuevo disco se encuentra a punto de salir al mercado, quizá forme parte de su presentación en México.

Fernando Cuevas
Nos escuchamos después.
Comentarios: cuecaz@prodigy.net.mx

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