ADRIAN BELEW

EL ANIMAL DE LA GUITARRA


No es frecuente encontrarse con músicos capaces de desarrollar una prolongada carrera solista y al mismo tiempo departir con grandes figuras de la escena: suele suceder que o más bien se dedican a sesionar u optan por su propia producción. Pero en el caso de Robert Steven Belew (Covington, 1949) sus dos trayectorias no sólo han recorrido caminos paralelos, sino que se han alimentado a partir de la búsqueda permanente de terrenos sonoros, que van de la experimentación al progresivo y de ahí el rock duro y al new wave, pasando por tintes de funk y pop: estilos emanados de una absoluta compenetración con la guitarra y sus posibilidades, a pesar de que su primer instrumento fue la batería.

Dice el cliché que una cosa lleva a la otra. A partir de 1975, ya conocido como Adrian, se sumó a la banda Sweetheart, misma que fue vista por Frank Zappa, quien invitó a nuestro personaje a que tocara con ellos en su tour de 1978, el cual fue registrado por David Bowie, quien hizo lo propio con el guitarrista que acabó apareciendo en el álbum en vivo Stage (78) y en Lodger (79). De ahí, otro llamado ahora para apoyar a los Talking Heads en su gira con motivo de Remain In Light (80) y para participar en el proyecto paralelo conocido como Tom Tom Club.

De tanta invitación, a la que habría que sumar la de King Crimson para formar parte del en ese momento cuarteto (junto a Fripp, Bruford y Levin) que grabó Discipline (81), Beat (82) y Three Of A Perfect Pair (84), el ecléctico guitarrista de gusto por el reino animal, consideró que era momento de empezar a construir una historia en solitario: Lone Rhino (82), Twang Bar King (83) y Desire Caught By the Tail (86) transitan de ciertos apuntes afrobeat y estructuras pop a tesituras experimentales, incluyendo palíndromos musicales y sonidos animales, con ecos de la propuesta de los gigantes con los que había colaborado hasta entonces.

Colaboraciones con Laurie Anderson (Mister Heartbreak, 84; Home or the Brave, 86) y Paul Simon (Graceland, 86), así como la conformación del grupo The Bears (álbumes: The Bears, 87; Rise and Shine, 88), antecedieron la aparición de Mr. Music Head (89), álbum autorreferencial de ambiente familiar, con la participación de su hija y antigua colaboradora Audie, en el corte Oh Daddy. A principios de los noventa recibió una nueva invitación para participar con Bowie en su megatour Sound and Vision, al tiempo que grababa Young Lions (90) e Inner Revolution (92).

Continuando con esta idea de trabajar en dos pistas de manera simultánea –acaso una tercera si le sumamos su labor como productor o una cuarta si consideramos sus composiciones para otros- colaboró en el clásico The Downward Spiral (94) y en The Fragile (96) de Nine Inch Nails, mientras se aventaba a tocar todos los instrumentos para Here (94) y Op Zop Too Wah (96); por no dejar, volvió a formar parte de King Crimson en THRAK (95), año en el que también apareció The Guitar as Orchestra: Experimental Guitar Series, Vol. 1, como para confirmar su condición de incansable expedicionario sonoro.

Para cerrar el milenio y darle la bienvenida al nuevo, produjo Belew Prints: The Acoustic Belew Prints, Vol. 2 (98) y la obra en vivo Coming Attractions (00) de su autoría; continuó con King Crimson en los álbumes ConstruKction of Light (00) y The Power to Believe (03), y regresó con los osos para grabar Car Cautght Fire (03). Así, de la música concreta a la progresión para dar el salto mortal al rock esencial, este prolífico guitarrista despedía y saludaba el cambio de siglo en plena forma, con los dedos afilados y las ideas brotando por todas partes.

Ahora nos sorprende con una trilogía conformada por Side One (04), Side Two (05) y Side Three (06), en la que aprovecha para incluir como diseño de arte sus propias pinturas. La primera y la tercera parte se articulan a partir de un power trío, integrado por su guitarra, el bajo contundente de Les Claypool (Primus) y la musculosa batería de Danny Carey (Tool), con resultados sanamente perturbadores, a los que colaboran los viejos compinches Robert Fripp y Mel Collins. El álbum de en medio navega más por la electrónica experimental y está interpretado básicamente por Belew con una pequeña ayuda de sus amigos y parentela.

Este fin de semana tenemos la oportunidad para acompañar a una de las trayectorias más eclécticas, prolíficas, calladas y consistentes de la escena. El animal de la guitarra nos hace los honores y nos invita a su (des)concierto.

Fernando Cuevas

Nos escuchamos después.

Comentarios: cuecaz@prodigy.net.mx

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