Artes extremos y otros excesos

Las vestidas

Para Arturo González con amistad solidaria

Antes la noche fue su reino. Ahora día o noche lo mismo da. Están en cada esquina, han invadido todo. No son simplemente maricas, no sólo han adoptado y adaptado los modismos culturales, las vestimentas y las maneras del sexo femenino; lo suyo es arte extremo (como decir deporte extremo). Las fronteras entre lo femenino y lo masculino han desaparecido –y si los sustantivos femenino y masculino se aplican es únicamente por costumbre.

Seres de frontera, han modificado físicamente sus cuerpos mediante uso de hormonas, depilación de vello corporal y cirugías, no con el fin de “feminizar” como tantos expertos erróneamente suponen, sino con la intención secreta de reinventar su ser. Más que identificarse a sí mismos como mujeres han tomado la decisión de hacer de la metamorfosis su vocación existencial. Monstruosas Alicias frente al espejo de un narcisismo vacunado a prueba de vejaciones, exploran con paciencia artesanal en el azogue una imagen laberinto de voces y poses, de gestos y guiños. Arte erótico y pasión por el desdoblamiento, sus cuerpos simbolizan una verdad desconocida. Inventarse cada día es su tarea sagrada. Las vestidas han llevado la inversión al límite. Cuerpo e indumentaria engañan, pues detrás no hay nada sino la superficie de la máscara. La máscara nos hace creer que hay una profundidad, pero lo enmascarado es ella misma. La máscara disimula la simulación perpetua. Las vestidas muestran “la coexistencia, en un solo cuerpo, de significantes masculinos y femeninos: la tensión, la repulsión, el antagonismo que entre ellos se crea” (Severo Sarduy, Escrito sobre el cuerpo). El pintarrajeo, la ocultación, el encubrimiento, la danza y la parodia femenina son la realidad a flor de piel –no importa si ostenta perfume de diseñador o productos Avon.

Han roto para siempre el estereotipo heterosexual, las vestidas no desean ser sino vestidas. Desean devenir como mujeres; el devenir mujer poco o nada tiene que ver con el sexo femenino. Como padres están felices en su rol paterno y no buscan ser madres. Su preferencia expresa de ser reconocidos con nombres femeninos es un juego de personalidades, se trata de una máscara o ficción más que asunto de identidad de género. En la vestida, el yo como juego erótico implica una actividad puramente lúdica, extremadamente lúdica, incluso habría que morirse de risa. Transgresión de una supuesta sexualidad natural de los cuerpos, la vestida es un pastiche de la sensualidad femenina.

Hoy todavía se requiere valor para hacer del escándalo y la provocación un gesto cotidiano y bastante terquedad para embutir más de sesenta kilos en minifalda o jeans, así como buen equilibrio para montar todo ello en tacones de estilizadas agujas: “Un reconocimiento al valor civil de aquéllos que se la juegan de tarde en tarde para bajarle a la perra vida un trocito de piel ajena (Joaquín Hurtado, Laredo Song)”.

Las vestidas II

En un diván virtual (closetpuntocom) se pueden leer varios casos:

Pregunta: Tengo treinta años y llevo con mi marido cinco. Nuestras relaciones sexuales son buenas. Incluso se excita conmigo demasiado rápido. Con sólo tocarme un pecho ya tiene una tremenda erección y además es muy cariñoso y me demuestra a diario que me quiere, pero hace un par de días me di cuenta de que visita paginas de travestis. Hablé con él y me dijo que era por curiosidad, le insistí que si le excitaba no me importa, que no pasaba nada si él no pasaba de ahí. Enojado, rotundamente me contestó que no le excitaba lo mas mínimo. La verdad es que no se si creerle, intento no darle importancia pero pienso que podría ser gay y tener relaciones sexuales con hombres y no lo puedo soportar. Por otro lado pienso que a lo mejor se excita con eso ya que yo en ocasiones también me he masturbado viendo mujeres. Por favor te ruego me des una respuesta, ¿Crees qué mi marido es homosexual? ¿Qué debo hacer?

Respuesta de experto: Pues no lo sé, soy psicólogo pero mis dotes de adivinación son escasas. Pero es evidente que si tú misma has podido usar ocasionalmente material homo y si además todo va bien en la pareja no deberías preocuparte, ¿no crees? Si no ves nada mas, creo que deberías olvidarlo. Un saludo.

Pregunta: Buenas tardes. Tengo una preocupación y leí en su web que podía consultar aquí: tengo cuarenta años y cinco de casado, hace días que no toco a mi mujer, las últimas veces que lo he intentado no he podido tener una erección completa y duradera. Realmente pienso que ella ya no me "pone", si se me permite la expresión, y es una mujer que está estupenda. Pensaba que podría ser un problema físico mío pero he comprobado que no.... he comenzado a ver páginas de vestidas y la verdad me han excitado mucho, pero es que me gusta y realmente amo a mi mujer, ¿qué puedo hacer? Gracias y un saludo.

Respuesta de nuestro experto: Algo se "ha movido" en la relación entre ustedes. Hablen con absoluta sinceridad de todo, (pero primero usted consigo mismo) para ver que puede haber pasado, si el tiempo pasa y no se soluciona consulte con un colega mío de su ciudad de residencia (aquí se podría poner los datos del terapeuta más cercano a vuestra ciudad). Un saludo.

Pregunta: Estuve con una vestida. Al principio creí que estaba con una mujer, pero cuando llegamos a la cama lo descubrí. Entre las copas que llevaba, la peli porno que me puso, me dio morbo la cosa y quise probar, pues siempre me excitaron los penes que veo en las pelis porno, algo que no comprendo, pues a mi no me atraen los hombres, y yo creía que estaba con mi mujer. El problema es que no me gusto lo que probé. Ahora me siento extraño, traumatizado y con depresión, me gustaría que me explicara qué me pasa y cómo puedo salir de esta situación. Gracias.

Respuesta de nuestro experto: No ha hecho daño a nadie. Si no le gustó basta con no repetir. Asúmalo como una de tantas contradicciones que tenemos las personas a lo largo de la vida, todos, o todas según se sienta de ánimo. Y sobre explicarle lo qué le pasó, ¿cómo podría?, si ni usted mismo lo sabe. Un cordial saludo y no deje de visitar nuestra tienda de sexería –este mes todo tiene descuento con su tarjeta amiga.

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REUTERS. Lahore, Pakistan, 28 de mayo del 2007. Un tribunal paquistaní condenó el lunes a tres años de cárcel a una pareja por mentir sobre el sexo de su marido transexual. La pareja se casó el año pasado después de que el esposo se sometió a una operación de cambio de sexo, pero un equipo médico designado por un Alto Tribunal de la ciudad de Lahore descubrió que Shumail Raj de treinta años es mujer. "Hay suficientes evidencias para determinar que Raj es mujer", dijo el juez Khawaja Sharif en su fallo. El juez sentenció a la pareja a tres años de cárcel e impuso una multa de 10 mil rupias (166 dólares) a cada uno por perjurio. El mes próximo se tomará una decisión sobre si el matrimonio debe ser anulado. Pakistán es una nación predominantemente musulmana y las operaciones de cambio de sexo son ilegales. La pareja fue arrestada este mes por orden del alto tribunal. Raj, quien usa barba, declaró a un diario la semana pasada que su mujer, Shezina Tariq, de 24 años, conocía su operación de cambio de sexo y acordó casarse libremente. En el amor travestido de dos mujeres se ha subvertido el orden moral y teológico del Islam, el cual supone (al igual que el cristianismo) un perfecto orden circular y complementario entre los sexos opuestos. En suma, un erotismo anómalo que cuestiona y destruye el sistema social, legal y económico.


Sigifredo Esquivel Marín

[Del libro Artes extremos y otros excesos cotidianos, obra en preparación.]

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