Revistero

EL AZUL OSCURO DE LAS PALABRAS

Siempre he pensado que el color azul tiene un pacto con el más allá, tal vez por encontrarse en el cielo y en las profundidades oceánicas, por formar parte de los colores primarios o el favorito del sexo masculino por antonomasia, tal vez por ser participe en algunas canciones como por ejemplo en Blue Skies de Albert Hammond Jr., tal vez…

Frente a mí, tengo el paisaje de La Cabeza del Moro, una fotografía en azul y unas cruces mortuorias que le dan un aspecto tan sobrio que casi fulmina en oscuro, un azul muy oscuro como el hoyo que hacen las estrellas en la noche.

Pensé a la manera freudiana que en realidad mi visión se debía a alguna de mis proyecciones melancólicas, sin embargo, ya en el interior de la revista, al ver “un libro iluminado por un vaso de leche” que por supuesto contrasta con mi azulina mirada, entiendo que el estado que ésta publicación pretende está cerca de mis posibilidades ésta vez.

Adentro, en “las esquinas del sentido”, descubro un sinsentido nietzscheano disfrazado de sentido, una ansiedad por entender una mínima porción de la nada y luego entre Herodías a “la colección” de animales exóticos, de esos que sólo se hallan por encima de estos días, en momentos realmente extraños y tranquilos o tal vez mientras escuchamos a Amy Winehouse notamos que nos carcome un cari cara mientras comenzamos “ciertas patologías”.

Esta vez, comencé a leer la revista de atrás hacia delante, aunque en realidad “atrás” o “adelante” da igual es sólo cuestión de perspectiva y la visión azuligéna sigue vigente al compás de las hojas que hace ese ligero sonido al ser arrastradas las unas contra las otras, aplastadas algunas por la indiferencia, otras frotadas con ansiedad.

Hoy, lo azul de la noche me atrapó con La Cabeza del Moro entre mis manos entrando por mis ojos, llegando hasta los implantes de tejidos cardiacos y amplificando la resonancia de cada emisión sistólica en un enorme vacío que se llena a través del negro de las letras, de lo oscuro de las palabras.

Citlaly Aguilar Sánchez

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