Cuenteros y otras ociocidades

Despacio, despacito….

Despacio, despacito… te irás secando.

Las letras de mi nombre retumbarán en tus oídos, como un estruendo constante que te desesperará porque no sabes ni de dónde viene… porque no querrás admitir que está dentro de ti mismo.

Al hacer el amor con otra vendrá a tu memoria mi figura… no serán sus manos las que te acaricien ni sus dedos los que jugueteen enredándose en tu pelo ensortijado. No serán sus piernas abrazándote y su sexo no será la entrada en que te pierdas.

No te darás ni cuenta, pero será mi nombre el que pronuncies y grites cuando tu sexo pleno deje escapar la vida…

En cada acto te irás secando, se te irá acabando la fuerza.

Todas las mujeres te irán abandonando, ninguna llenará el espacio que dejó mi recuerdo…

En las sombras mirarás que llego y te observo, pero no te toco… ese será tu castigo. Darás manotazos en el aire tratando de apresarme, sin embargo me escaparé constantemente.

El alcohol nunca acabará con tu pena. Buscarás en el fondo de las botellas mi rostro que también se irá borrando.

Flaco, con los miembros entumecidos, como un verdadero guiñapo; orarás por las noches para que vuelva, pero no se escucharán tus rezos.

Por la madrugada saldrás a la ventana a pedirme que te perdone a rogarme que vuelva…

Pero yo no escucharé tus palabras… estaré sorda, vacía, sola… y al igual que tú me habré secado.


Pilar Alba

Narradora

No hay comentarios: