Colaboración



Smallville
La Superdemanda del Padre

La nueva temporada de Smallvilleha comenzado, pero mas que dejarnos llevar por los ojos de Tom Welling o por la histriónica-melosa actuación de Kristin Kreug, la historia de este superhéroe da para analizar mas que un simplón romance entre sus protagonistas.
Bien, pues la historia todos la sabemos, el pequeño Kal-El es enviado por sus padres desde el planeta Krypton a la tierra, de tal modo que este niño llamado mundanamente Clark es adoptado por la familia Kent, sin embargo para este niño su historia se comienza a dividir, es decir, tiene un padre “celestial” Jor-El del que poco sabrá a lo largo de su vida y por otro lado unos padres terrenales, quienes lo van educando de manera que le recomiendan esconder sus poderes ante los demás, de esta forma Clark va descubriendo que él no es normal, que no es humano que fue mandado de otro planeta con una lluvia de meteoritos que azotó a Smallville, de tal modo que esta situación le ubica a Clark en una historia donde él es culpable de los males del pueblo, y la única manera que se plantea para sacarse dicha culpa, será salvando a todos. Es evidente que el muchacho Kent sufrirá con su imposible encomienda, ya que a pesar de su gran esfuerzo, siempre tendrá alguna falla, situación que a su vez lo hará sentir mas culpable. Por otro lado, aunque su padre terrenal Jonathan le intenta quitar culpa, no puede aliviarlo del todo, pues sabe que hay un padre mayor a quien debe satisfacer, pero ¿cómo saber sus deseos, si ni lo conoce? El padre de Kal-El, Jor-El, se “presenta” esporádicamente, incluso alguna vez a través del cuerpo de Jonathan, tenemos pues aquí dos padres, (como si no fuera suficiente uno) ambos se sacrificarán y lucharán por su ideal, por su superhombre, por su hijo.
Esto aunque parezca una mera ficción kryptoniana, no lo es, pues todo sujeto terrenal tiene que vérselas con la resolución de este tipo de padres, uno que es el que generalmente vimos físicamente que es el representante de la ley que obedecemos, y uno mas que es el que no se puede ver, uno que se trasmite de generación en generación, un Jor-El que dictó las leyes al representante del padre terrenal, un padre que no está físicamente pero que sin embargo gracias a él llegamos a ser lo que somos. De tal modo que la resolución del padre terrenal, Jonathan, y el “celestial” Jor-El, no es un asunto que competa solamente a la historia de un superhombre, sino que el sujeto se las tiene que ver con la resolución de estos dos padres, con aquel representante que le impuso las leyes en casa, y con uno que no está presente pero que ha sido quien ha puesto, en quien sabe que momento, la primera piedra de la estructura de nuestro ser.
La problemática de Superman no es muy diferente a la de cualquier sujeto, cumplir la demanda impuesta por la ley del Padre, al tiempo en que debate con el deseo propio; cada quien, dada su historia personal, debe encontrar la manera en que la superdemanda del Ideal se convierta al final de cuentas en un deseo subjetivado, es decir hacer propio el deseo que el representante de la autoridad incrusta en el sujeto. Clark no ha encontrado tal resolución a lo largo de seis temporadas, cuando parece cumplir su deseo (léase Lana) debe retroceder para cumplir la misteriosa demanda que Jor-El le consigna a través de Jonathan; ya veremos en esta séptima temporada de que forma atraviesa la zona fantasma en la que El Padre lo ha cautivado.

Antonio Chávez Toro
Licenciado en Estudios Psicoanalíticos
chaveztoro77@yahoo.com.mx

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