Aldaba


Censura y ácido bórico

La paradoja me sorprende: hace unos días volví a tener noticias del escritor zacatecano Tryno Maldonado, aunque las circunstancias fueron lamentables. Por una parte me di el placer de leer el relato de la batalla entre una legión de cucarachas y el habitante de un departamento en Oaxaca, narrada en el cuento “Ácido bórico”; y, por otra, me enteré que dicho relato “fue censurado y sacado de circulación por órdenes superiores del gobierno federal”, ya que, dice el propio Maldonado, supuestamente “el tiraje completo del número 439 de La Gaceta del Fondo de Cultura Económica (FCE), del mes de julio, fue recogido de los puntos de venta por el contenido relato”, en el que las diferentes hordas de insectos están clasificadas como “cucaracha-obispo”, “cucaracha-díazordaz” y “cucaracha-calderón”, siendo ésta la más “asquerosa, evolucionada, temible, pertinaz e imbécil”, cuenta el texto.

La trayectoria de Tryno lo muestra como un joven y talentoso autor que no requiere de protagonismos como el de este caso; su discreción, así como el uso de la ironía, el sarcasmo y la erudición son sólo algunos de los elementos que domina en su narrativa. De ser verdad, el tema sería una pena, sobre todo en un país donde las pocas garantías que nos quedan por defender es la libertad de manifestar las ideas estéticas, artísticas, periodísticas o personales; a pesar de que las diferentes estructuras de poder (narco, Iglesia, gobierno y los mismos monopolios mediáticos) se empeñen en promover miedo, confusión o autoritarismo.


A primera vista La Gaceta FCE no es un medio de comunicación abierto o de libre circulación, es un boletín que publica el mismo FCE para difundir textos de creación, además de sus novedades, autores y actividades, distribuido sólo en sus propias librerías; Sin duda, también está lo posibilidad de que se afirme que no es lo mismo que una autoridad ataque a un periódico o revista independiente por su contenido y lo retire de circulación, a que el FCE decida retirar un boletín que éste edita.


Sin embargo lo preocupante es que la estructura del FCE se sostiene en el amplio presupuesto gubernamental que recibe, es una empresa paraestatal que sobrevive en buena medida de una parte de los impuestos de los mexicanos, condición que lo obliga a que la apertura, transparencia, libertad, igualdad, tolerancia y raciocinio sean algunos de sus valores elementales.


Seguramente algunos opinen que, como muchos organismos paraestatales en México, así es la política y la dinámica social de los mexicanos, y que "no hay remedio" en el manejo de los espacios y recursos públicos (como Pemex, la Comisión de Electricidad, los sindicatos, etcétera), pero siempre habrá que recordar que en el caso del FCE se trata de una institución que promueve el conocimiento y la investigación; su ideología, política cultural y principios (concebidos por lo mejor de la clase intelectual del siglo XX entre mexicanos y exiliados españoles) no deberían permitir atropellos como el que menciona Tryno. Por ahora el FCE se desmarca, diciendo que, de haber censura, “también hubiera retirado el número 439 de La Gaceta de su página web” (www.fondodeculturaeconomica.com). Ya veremos.



Carlos López de Alba (Guadalajara, 1978). Editor y narrador,

dirige la revista Reverso (carlos@revistareverso.com).

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