DOS FILOS

Siempre hemos tenido mucho tiempo, no hay prisa; hay que calzar las viejas botas, meter lentamente los dedos en los guantes de vagabundo, encender el motor de un cigarro y emprender alguna hazaña breve con un ala bajo el brazo: la lectura que repta a lo ancho de unas hojas, horas.

Dos Filos, edición ciento uno es la sugerencia porque festeja de mano de Alejandro Toledo ‘El cuarenta aniversario del Sargento Pimienta’, memorable personaje de The Beattles que se nos ocurre a bordo un submarino amarillo naufragando por aquí por allá por el vacío negro que apenas existe en el universo y se extiende como red.

El club de corazones solitarios tiene ahora en bajo su brazo sólo un par de razones para no irse todavía; tiene la visión de papel y la lluvia de ganas en una revista, ganas de una sorpresa como consecuencia de un golpe en el codo, visión de papel, ganas de lluvia, papel como avión, lluvia con ganas y hace frío.

Para cortar el papel de las ganas, hacen falta dos filos que hagan figuras de papiroflexia en las que podamos abordar con nuestras razones para no irnos. Sí, Dos Filos nos ofrece ‘La historia interna del submarino amarillo’ que manipula Paul Jonson cuyo Morse decodifica Carlos Gerhard y ¡oh! una ‘Yo, Sirena’ que se asoma por la ventana del submarino como queriendo hechizar y de repente la brújula nos arroja hacia ‘El reino de nunca acabar’.

Nuestro tiempo volando como globo terráqueo entre una galaxia y otra, nuestro tiempo hojeando nuestra visión de ganas; eso que tenemos de más en nuestros bolsillos para dejar a alguien esperando, puede esperar. Mientras seguimos aquí, nada pasa, viendo a través de las páginas como se mira a alguien que se quiere ver desde hace tiempo: con atención, en silencio.

Nos vamos, lo sentimos pero es hora de irnos, naufragar por una tarde somnífera de los mares octubrinos, con tripulaciones alérgicas a la melancolía que lloran con gas pimienta. Nos vamos, con Dos Filos bajo el brazo, como un sobre en el que se guarda el tiempo transcurrido en lo que se imagina un personaje beattlesco.

Citlaly Aguilar Sánchez

Hablándole al teléfono…

No hay comentarios: