LA COLERA DE AQUILES


Una vez más, Aquiles Alcázar, ciudadano mexicano, mayor de cincuenta años, burócrata de quinta en el Departamento de Bellas Artes, abre los ojos ese domingo para renovar su odio al mundo y a sí mismo, a su suerte miserable y a su salario ídem.
Rubén Salazar Mallén (1905-1986), autor de la novela Soledad (1944, ediciones Botas), tuvo la destreza y el tino de hallar el tono para elaborar la atmósfera asfixiante en que agoniza su personaje Aquiles, en buena medida hermano gemelo de El Carajo, creatura infernal de José Revueltas, preso permanente de su cuerpo y suerte en la novela corta El apando (1969).
Aquiles Alcázar, monarca dueño de una "encolerizada retórica", con una veintena de años hospedado en el mismo lugar:una pensión húmeda, sucia y triste; con seis lustros percibiendo un sueldo mísero, que no le permite ni tan solo comprarse un sombrero nuevo; y otros treinta de soportar la misma recua de "revolucionarios" trepadores, simuladores y ojetes.
Esa mañana dominical, constipado y con un sabor a centavo en la boca, renueva sus propósitos de vengarse de sus "camaradas" de la oficina, quienes la víspera tuvieron el coraje de excluirlo de un día de campo en Cuernavaca. Para esto, en ayunas, acudirá a la cita en el atrio de la Catedral Metropolitana y donde, una vez más, lo despacharán con un palmo de narices.
Como el Gregorio Samsa de Franz Kakfa, que una mañana se percata que amaneció con un físico asqueroso; como el Simón anacoreta de Luis Buñuel, a quien el demonio tienta varias veces; como la ya mencionada creatura de Revueltas, que a la menor provocación se abre las venas con una hoja Guillette con el fin de que lo trasladen a la enfermería del reclusorio donde consigue droga, Aquiles Alcázar, cada día, tiene la voluntad de expiar su cristianismo fuera de tono ("la igualdad sólo se consigue con el pecado"), en uno y otro y otro fracasos, atenido a su conciencia de apestado social, a su condición de outsider.
Salazar Mallén, colaborador de la revista del grupo Contemporáneos, escribió también Cariátide y La sangre vacía; militó en el Partido Comunista Mexicano (PCM) antes de asumirse fascista primero y anarquista después.
Soledad, novela corta, fue reeditada por la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su colección Confabuladores, incluye un prólogo esclarecedor de su ex alumno universitario, el poeta Javier Sicilia, uno de los escasos estudiosos de la obra de este veracruzano marginal. Obra a disposición del interesado en la librería La Azotea, localizada en la avenida san Marcos y Lomas del Capulín. Ciudad.

Uriel Martínez

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