Soldadera 134, domingo 17 de febrero 2008

CAT POWER

Siempre quise tener un pretexto para hablar de gatos y sus rayas verticales, las rayas de sus ojos, gatos rayados de negro con nueve vidas, felinos maullidos de tejado que anuncian la melancolía de la noche a lado de trompetas de elefante africano perdido en Norteamérica.
Cat Power es una expresión maravillosa para escuchar en automóvil mientras el sol cae y se levanta del otro lado del mundo, es un gesto gatuno de bigotes con leche ronroneado en una alfombra verde que combina con papel tapiz amarillo de rombos, es todo lo que preferimos callar porque Chan Marshal lo puede decir más bonito, con su voz tan quieta.
Come with me my love to the sea, the sea of love. I want to tell you how much i love you dice un hermoso fragmento de ‘Sea of Love’, canción que enmarca la posibilidad de un amor tan mágico como el mar y aunque suena a cliché, cobra nueva vida entre una guitarra llorona y el ritmo de oleaje que la voz de Marshal ofrece.
Es difícil hablar y simplemente hablar de lo maravilloso de la música, y tratar de emitir todo lo que produce al ser escuchada. Nuestro cuerpo es como un laboratorio sensorial capaz de crear y transportar cualquier emoción a cualquier dirección y me da la impresión de que los músicos hacen experimentos, pero es difícil de explicar. Por eso tal vez baste con sentirlo y oír a través del silencio el paso lento de instrumentos, de gatos, de elefantes…
Quizás usted ya escuchó y sintió a Cat Power, por lo tanto ya experimentó un dejo de desesperanza con ‘Hate’, o vino a su mente la canción ‘Fool’ mientras esperaba a alguien cerca de la parada de un autobús, ya debió haberse motivado a dejar todo atrás y empacar maletas para una nueva vida con esa melodía que dice ‘Free’.
Ahora con mis pretextos para hablar de gatos y de sus rayas siento que el llanto de uno que se recrea en mi interior, a media noche perdido en la ciudad lamiéndose las patas, pescando ratones, tosiendo bolas de pelo, un gato estirado hacia el espacio sideral con ojos de luna en eclipse, siento el poder del gato.

Citlaly Aguilar Sánchez

Nunca jamás una simple ella.

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