Soldadera 135, domingo 30 de marzo 2008

Poema para un hombre, que es mi abuelo y ya no podré
abrazar.


Mejor léase mientras se escucha: Cruz de olvido/Los Dandy´s

¨…Cuando niños hacemos prometer a nuestro
padre, que nunca morirá…¨
Tío Raúl

A: Miguel Galaviz Fernández, Mi ¨ Jefe¨
I

Hoy,
hemos visto el único Apocalipsis posible,
hemos echado al fuego
nuestras propias cenizas,
para que se confundan
con la terrible música de tu ausencia,
la imposible noticia de tu muerte,
Jefe

II

Ayer,
pude sostener todavía una hermosa plática
con usted.
ya estaba muerto,
pero pude leer en sus labios
todas las voces que ya no podrán ser.
,
sin embargo,
no puedo creer siquiera en mis palabras,
no estoy en absoluto seguro
que me pertenezcan,
no estoy seguro de nada
(tal vez no quiero estarlo)

III

Hace unas horas
mi padre, despertó llorando
pero debiera usted verlo Jefe,
su tristeza es tan hermosa,
que me arranca lágrimas invisibles,
es mi padre,
es su hijo,
usted me entiende.

IV

Mienten los que dicen que la muerte
es silenciosa,
mienten los que afirman
que acaba con todo,
mienten,
es
un estruendo insoportable
en la levedad de nuestras almas.
,
soy el más grande y torpe
de los mentirosos
cuando pienso que está usted muerto Jefe;
mentimos todos.


V

Lo extraño, Jefe
¿Cómo podría no hacerlo?
Si hemos hecho tantas cosas juntos
plantamos un árbol,
viajamos,
lo vi pescar,
me vio pelear,
cantamos,
nos abrazamos,
lloramos,
me llamó la atención,
hicimos tantas cosas,
aprendí tanto…
,
que le ofrendo a usted en
este desafortunado intento de poema,
el fragmento que elija
usted
de mi corazón,
tómelo, por favor
no es de nadie más
sino suyo
,
creo
que
ya no lo necesito.

Roberto Galaviz Avila
/A toda mi familia, gracias/

1 comentario:

chrystina22 dijo...

Primo
Este poema lo he leido demasiado veces y cada vez que lo leo, no puedo parar mis lagrimas. Lo extrano mucho...